La ciudad de Cuenca alcanzó este lunes 9 de diciembre de 2024 un récord histórico de 150 días de sequía, marcando el período más prolongado de escasez de lluvias desde que se iniciaron los registros oficiales hace 51 años, aunque las recientes precipitaciones comienzan a mostrar signos de recuperación en los caudales de los ríos.


Según datos de la Red Hidrometereológica de la empresa Etapa, esta sequía superó significativamente los 117 días registrados a finales de 2023, convirtiéndose en la más extensa desde que se comenzaron a documentar las precipitaciones en el Austro en 1973.

Sin embargo, la última semana ha traído un alivio parcial con lluvias más frecuentes que han impactado positivamente en los caudales de los ríos locales. El río Tomebamba alcanzó los 5.4 metros cúbicos por segundo, mientras que el Machángara y el Yanuncay registraron 3.79 y 2.59 respectivamente, elevándose a niveles considerados «normales», según informó Rigoberto Guerrero, coordinador de la Red.


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Esta mejora ha beneficiado directamente a los embalses de las centrales hidroeléctricas Paute y Mazar. El embalse de Mazar experimentó un incremento de tres metros en los últimos tres días, aunque aún se encuentra a 39 metros de su capacidad máxima. Por su parte, Paute está más cerca de su nivel óptimo, ubicándose a solo siete metros del tope.

Los expertos señalan que para declarar oficialmente el fin de la sequía hidrológica, se necesitan al menos cinco días adicionales de precipitaciones continuas que mantengan los caudales en niveles normales. Las previsiones son optimistas, con una probabilidad de lluvia superior al 55% para los próximos días.

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