James Howells, un ingeniero informático residente en Newport, Gales, perdió su última batalla legal para recuperar un disco duro que contenía las claves de acceso a 8,000 bitcoins desechado accidentalmente en 2013.
El caso: una década de lucha
Howells, de 39 años, inició su odisea legal tras confundir el disco duro con otro similar durante una limpieza en su hogar, arrojándolo a un vertedero local. En ese momento, el valor de los bitcoins era insignificante, pero con el paso del tiempo, el precio de la criptomoneda se disparó, superando los 600 millones de dólares.
A pesar de múltiples intentos por negociar con el Consejo Municipal de Newport, ofreciendo financiar la excavación del vertedero y compartir el 25% de las criptomonedas recuperadas, las autoridades rechazaron sus propuestas citando altos costos, riesgos ambientales y la complejidad del proceso.
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La decisión del juez
El pasado jueves, el juez Keyser, del Tribunal Comercial de Gales, desestimó la demanda de Howells, argumentando que no existían «motivos razonables» para continuar con el caso ni «prospectos realistas» de éxito en el juicio. Según el fallo, el consejo tiene derecho sobre el disco duro, dejando a Howells sin legitimidad para reclamarlo.
Reacción de Howells
Tras el fallo, Howells expresó su frustración en una entrevista con la BBC, calificando la decisión como un «golpe bajo» y una «injusticia del sistema judicial británico».
“Mi lucha nunca fue por codicia, sino por recuperar algo que considero mío. Ofrecí compartir las ganancias, pero nadie del consejo quiso escucharme”, señaló Howells, quien se mostró devastado por no tener la oportunidad de argumentar su caso en profundidad.
Impacto ambiental y consideraciones legales
El Consejo Municipal de Newport defendió su postura alegando que excavar el vertedero implicaría un enorme impacto ambiental y económico, además de la falta de garantía de que el disco duro pudiera recuperarse en condiciones funcionales.
El caso de James Howells resalta las implicaciones legales, ambientales y emocionales que rodean la pérdida de activos digitales en un mundo donde las criptomonedas tienen un valor creciente y una importancia cada vez mayor.