En el contexto electoral actual, los candidatos presidenciales parecen proponer caminos dispares para solucionar la crisis económica del país, pero muchas de sus promesas carecen de fundamento realista. El reciente debate del domingo fue escenario de promesas demagógicas que pintan una imagen ilusoria de un Ecuador con recursos abundantes, sin detallar los procesos que realmente garantizarían su ejecución.
Durante el debate presidencial, varios candidatos presentaron propuestas que han sido calificadas como demasiado optimistas y desconectadas de la realidad. Entre las afirmaciones más llamativas, se mencionó la existencia de USD 40 mil millones en recursos subterráneos de petróleo y gas, una cifra que promete resolver la crisis económica del país. Sin embargo, no se presentó ningún estudio que respalde dicho valor ni los tiempos estimados para explotar esos recursos, un tema que sigue siendo un misterio sin respuesta.
Por otro lado, la evasión tributaria fue otro tema clave, con candidatos prometiendo que cobrarían miles de millones de deudas a los evasores. Sin embargo, este proceso está lejos de ser inmediato, ya que implica trámites judiciales largos, y muchos de los morosos ya no tienen activos para embargar. En paralelo, varios de estos mismos candidatos han hablado de la necesidad de renegociar la deuda externa del país, sin detallar los montos, los tramos que se renegociarían ni cómo enfrentarían las consecuencias de un posible incumplimiento que podría cerrar el acceso a financiamiento internacional.
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Entre otras promesas, se aseguró que se invertiría más en áreas clave como educación, salud y infraestructura, todo esto sin un plan claro de financiación. Las propuestas de reducir impuestos y eliminar el IVA a niveles insostenibles, sin una base sólida, han generado preocupación sobre la viabilidad de tales promesas, especialmente considerando el histórico déficit fiscal.